Fue un pintor y escultor español, creador, junto con Georges Braque y Juan Gris, del movimiento cubista. Es considerado desde el génesis del siglo XX como uno de los mayores pintores que participaron en muchos movimientos artísticos que se propagaron por el mundo y ejercieron una gran influencia en otros grandes artistas de su tiempo. Laborioso y prolífico, pintó más de dos mil obras, presentes en museos y colecciones de toda Europa y del mundo. Además, abordó otros géneros como el dibujo, el grabado, la ilustración de libros, la escultura, la cerámica y el diseño de escenografía y vestuario para montajes teatrales.
En lo político, Picasso se declaraba pacifista y comunista. Fue miembro del Partido Comunista de España y del Partido Comunista Francés hasta su muerte el 8 de abril de 1973 en Notre-Dame-de-Vie (Mougins, Francia) a los 91 años. Está enterrado en el parque del castillo de Vauvenargues (Bouches-du-Rhone).
Protocubismo.
En agosto de 1906, al volver de Gósol, retomó el Retrato de Gertrude Stein trabajando de memoria (Stein se encontraba en Italia) y redujo su rostro a una especie de máscara ibérica, impasible y expresiva a la vez. Picasso dijo del Retrato de Gertrude Stein: «Todo el mundo piensa que ella no es en absoluto como su retrato, pero no importa, al final conseguirá parecerse a él.» Bajo la influencia de la escultura ibérica y la pintura de Cézanne, que contemplaba expuesta en los salones, Picasso investigaba la forma y el volumen, lo que puede apreciarse en el Autorretrato con paleta (Museo de arte de Filadelfia), cuadro de un arcaísmo casi salvaje que también adelantaba las influencias acumuladas por Picasso desde 1905.
El Salón de Otoño de 1906 exhibió una retrospectiva de Gauguin que impresionó profundamente a Picasso y tuvo gran influencia en su trabajo; el Salón también incluía diez obras de Cézanne, que falleció por esas mismas fechas. En invierno Picasso pintó Dos mujeres desnudas (MoMA, Nueva York), en las que llevó al extremo la estilización escultórica; la monumentalidad de las figuras y el uso autónomo de las luces y sombras remiten a Las grandes bañistas de Cézanne. Hacia final de año dejó de pintar, y se enfrascó en una serie de estudios y bocetos de desnudos para una composición de múltiples figuras bajo el tema del burdel, que culminaría en 1907 con la revolución que supusieron Las señoritas de Aviñón.
Las señoritas de Aviñon.
Las señoritas de Aviñón (MoMA, Nueva York) supuso un nuevo punto de partida para Picasso, que eliminó las referencias a la tradición rompiendo con el realismo, abandonando los cánones de profundidad espacial y perspectiva, así como el ideal hasta entonces existente del cuerpo femenino, al reducir la obra a un conjunto de planos angulares, sin fondo delimitado ni perspectiva espacial, en el que las formas están marcadas por líneas claro-oscuras. Los tonos ocre-rojizos son característicos de su más amable época rosa, pero la crudeza del cuadro los convierte en agresivos.
El cuadro pudo estar también influenciado por las figuras alargadas del Greco, en particular por su Visión del Apocalipsis, que Picasso posiblemente vio ese verano en París; su estructura y composición deriva de Las grandes bañistas de Cézanne; la pintura de Cézanne hace de los objetos una presencia real, con especial énfasis en los volúmenes y el peso de los mismos, sin la palpitación atmosférica propia del impresionismo. Según Fermigier, 1969, p. 69, su retrospectiva en el Salón de Otoño de 1907 determinó la evolución ulterior de Picasso. También Braque, inspirado por Cézanne, inicia una serie de paisajes que muestran su transición del fovismo a su época protocubista.
Hacia el cubismo.
La relación con Fernande entró en crisis, y decidieron separarse a finales de verano de 1907, aunque se reconciliaron a finales de noviembre. En su ausencia, Max Jacob y Apollinaire habían persuadido a Picasso de fumar opio; Picasso se movía entre las bendiciones de las visiones y el temor a entregarse a la apatía y el hastío hacia el trabajo. La paleta de Picasso se llenó de brillantes colores «africanos»: pintó Mujer desnuda (la bailarina de Aviñón)(colección privada,Lausana), un epílogo a Las señoritas de Aviñón en el que los elementos basados en el arte ibérico y africano alcanzan un nuevo grado de simplificación geométrica; en el mismo estilo, La danza de los velos (desnudo con drapeado) (Museo del Hermitage, San Petersburgo), iniciado en verano y que fue comprado por Gertrude Stein junto a los bocetos preparatorios del mismo; también Flores sobre una mesa (MoMA, Nueva York). En las subsiguientes obras, las carnaciones se vuelven ocres y marrones, y Picasso se enfrenta a la vez con muchos experimentos de ruptura en sus cuadros: el abandono de la perspectiva; la conquista del espacio, fragmentando los planos mediante tonos planos con contornos gruesos y definidos; la búsqueda del relieve, mediante exagerados contornos azules en un fondo marrón y sombreados espesos; entre ellas se cuentan La amistad (Museo del Hermitage, San Petersburgo) y Desnudo con toalla (colección privada, París). El estudio de Picasso se convirtió en un centro de discusiones y debate, y no sólo sobre su obra. Braque llevó sus propias obras allí, Matisse y Picasso intercambiaron cuadros: el bodegón Cántaro, bol y limón (Fundación Beyeler, Riehen, Basilea) de Picasso por el Retrato de Marguerite, la hija de Matisse. La relación de Picasso y Matisse iba de la competición a la burla, pasando por una intensa admiración mutua; Matisse dijo que nadie había mirado su obra como Picasso, y nadie había mirado la obra de Picasso como él.
Cubismo.
Teniendo Las señoritas de Aviñón como punto de partida, Braque y Picasso acabaron formulando el cubismo en 1908. El cubismo fue un punto de inflexión radical en la historia del arte que inspiró al resto de vanguardias artísticas el abandono del ilusionismo pictórico, rechazando la descripción naturalista en beneficio de composiciones de formas abstraídas de la percepción convencional, jugando con la tridimensionalidad y la estructura de las superficies. Esta técnica, iniciada por Picasso y Braque, tuvo muchos seguidores, como Juan Gris, Francis Picabia, Brancusi, Delaunay y Albert Gleizes.
Surrealismo.
Período surrealista.
Desde su matrimonio con Olga y el nacimiento de su primer hijo, Pablo, Picasso disfrutaba de una vida familiar feliz; llevaba una vida social muy activa, alternando con la aristocracia y la intelectualidad parisina; la crítica de vanguardia alababa sus logros artísticos, aunque se centraban en los aspectos formales, ignorando los elementos intuitivos y psicológicos de su obra. Aceptado por la sociedad y la crítica, Picasso estaba considerado como una parte de la tradición francesa que descollaba por encima de las travesuras de la nueva generación de dadaístas antiburgueses, que empezaban a ser suplantados por el grupo que se conocería como los surrealistas.
En 1925 pintó, para el cuarto cumpleaños de su hijo, Pablo de pierrot (El hijo del artista) (Museo Picasso, París), en un estilo naturalista similar al retrato de arlquín que pintó el año anterior. También pintó La danza (Tate Modern, Londres); Se trata de un momento crucial en el desarrollo de Picasso, tras un periodo en el que trabajó tanto una forma decorativa del cubismo sintético como un estilo figurativo neoclasicista. La danza está en deuda con ambos estilos, pero su importancia radica en que marca una ruptura con una fase serena y clásica y el inicio de un nuevo periodo de violencia emocional y distorsión expresionista.
La danza constituyó el inicio del periodo surrealista de Picasso, entre 1925 y 1938. Antítesis de sus dibujos clásicos sobre la danza, el carácter expresionista del cuadro simbolizaba la creciente irritación de Picasso hacia Olga y las mujeres en general; herido por la muerte de su amigo Ramón Pichot, creía que su mujer Germaine, que había sido la causa de la muerte de Casagemas, destruyó a su amigo como Olga le estaba destruyendo a él. Al dolor por la muerte de Pichot se une la del músico Erik Satie en julio. En verano pintó, en Juan-les-Pins, El beso (Museo Picasso, París), de un espíritu más agresivo aún que La danza. El motivo de las cabezas superpuestas, que aparece en la figura de la mujer y no en la escultura, encontraría continuidad en su obra posterior. Las cualidades irracionales de esta serie de obras, así como las de las primeras obras cubistas, eran las que Breton encontraba análogas a la teoría del automatismo practicada por los artistas surrealistas.
En el ensayo «El surrealismo y la pintura», publicado en julio de 1925 en el número 4 de La Révolution Surréaliste, Breton declaraba a Picasso como modelo de pintor y lo reclamaba como surrealista, al tiempo que señalaba la imposibilidad de aplicar una etiqueta que constriñera su trabajo: «La etiqueta "cubista" ha cometido mucho ese error». En noviembre se produjo la «Exposition: La Peinture Surréaliste», en la Galerie Pierre de París, en la que se expusieron dos de las pinturas del primer cubismo de Picasso, así como obras de Hans Arp, Giorgio de Chirico, Max Ernst, Paul Klee, André Masson, Joan Miró, Man Ray y Pierre Roy; Breton y Robert Desnos escribieron el prefacio del catálogo. La reseña de la exposición de Maurice Raynal en L'intransigeant decía: «¡El "padre del cubismo" se ha convertido en el hijo adoptivo de los surrealistas! Picasso acompañó en noviembre a su madre, que había pasado las vacaciones con ellos en la costa, a Barcelona. Allí conoció a Dalí, y visitó su primera exposición en solitario en la Galería Dalmau.
Pensamientos Literarios.
- Sobre la inspiración.
- Sobre desaprender para crear lo original.
- Sobre la diferencia entre los grandes artistas y los genios.
- Sobre el arte.
- Sobre el principal enemigo de la creatividad.
- Sobre los niños.
- Sobre hacer lo imposible.
Obras.
Las señoritas de Avignon. 1907. |
No hay comentarios. :
Publicar un comentario