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José Emilio Pacheco.

Vida, obra y "pensamientos literarios".

Fue un escritor mexicano cuya obra abarca la poesía, la crónica, la novela y el cuento, así como el ensayo y la traducción. Se le considera un integrante de la llamada Generación de los cincuenta o «Generación de medio siglo», en la que también se incluye a Juan Vicente MeloInés ArredondoJuan García PonceHuberto BatisSergio PitolJosé de la ColinaSalvador ElizondoCarlos Monsiváis, entre otros. José Emilio Pacheco comparte la perspectiva cosmopolita que caracteriza a los integrantes de la Generación de medio siglo, y los temas que aborda en sus textos van desde la historia y el tiempo cíclico los universos de la infancia y de lo fantástico, hasta la ciudad y la muerte. La escritura de José Emilio Pacheco se distingue por un constante cuestionamiento sobre la vida en el mundo moderno, sobre la literatura y su propia producción artística, así como por el uso de un lenguaje sin rebuscamientos, accesible.

Obras.
Las obras escritas por José Emilio Pacheco a lo largo de su vida son diversas: incluyen la narrativa, el cuento, la novela y la crónica; la poesía, la traducción y el ensayo. Existen características que unen los textos de su producción artística, aunque cada uno de los géneros trabajados por el autor puede distinguirse de los otros por elementos particulares: uno de los aspectos más distintivos de José Emilio es la constante renovación o reescritura. El autor consideraba a la literatura como algo dinámico y cambiante, lo cual lo llevó a revisar y reescribir sus propias obras, en un afán de autocrítica. Su idea acerca de la reescritura incluye un diálogo con los textos anteriores (de autores modernos como José Luis BorgesErnesto Cardenal, y clásicos, como Catulo) y con sus propios lectores. José Miguel Oviedo explica: “su obra es, en cierta manera, una antología formada por la reescritura de sus lecturas –un nuevo texto que se sobreimprime en otros textos preexistentes.”

Narrativa.
La obra narrativa de José Emilio está representada por tres libros de cuentos (La sangre de Medusa de 1958, El viento distante y otros relatos de 1963, El principio del placer de 1972); por dos novelas (Morirás lejos de 1967 y Las batallas en el desierto 1981) y por múltiples crónicas escritas en los suplementos y revistas en los que participó. Con respecto a sus cuentos, la autora Bárbara Bockus Aponte señala su carácter alusivo más que directo, su tendencia a la brevedad, y la escasez del detalle descriptivo o anecdótico. En sus cuentos aparece de manera constante el tema del paso del tiempo y de la repetición de la historia; también son usuales los universos de la infancia y de lo fantástico. Los textos fantásticos se distinguen “porque en un universo ficticio cognoscible y manipulable para los personajes” ocurre un hecho insólito que no es posible explicar. En el cuento perteneciente al libro El principio del placer, “Tenga para que se entretenga” encontramos a una madre (Olga) y a su hijo (Rafael) en el Bosque de Chapultepec, en el año 1943: de pronto, sucede lo insólito;
Rafael se entretenía en obstaculizar con una ramita el paso de un caracol. En ese instante se abrió un rectángulo de madera oculto bajo la hierba rala del cerro y apareció un hombre […] salió del subterráneo, fue hacia Olga, le tendió un periódico doblado y una rosa con un alfiler: -Tenga para que se entretenga. Tenga para que se la prenda.
El origen del personaje misterioso y sus razones para presentarse ante la mujer y el niño no son explicadas de manera definitiva por ninguna ley (ni la del mundo ficticio en que habitan los personajes, ni mediante las leyes de un universo maravilloso) La novela Morirás lejos “recrea la persecución de siglos que han sufrido los judíos hasta el Holocausto” , y en Las batallas en el desierto se encuentran los temas, abordados por Pacheco en varios de sus textos, de la destrucción de la ciudad y la infancia como un pasado en que el personaje descubre tanto el amor como el desengaño.
Columna inventario.

En relación directa con el tema de la historia se halla la crónica, género híbrido, “a mitad de camino entre la ficción y los hechos” donde Pacheco “encontró la expresión ideal y propia para contar el vasto horizonte de una época y de una sociedad determinada.” La columna ‘Inventario’ del suplemento Diorama de la Cultura (del periódico Excélsior, dirigido por Julio Scherer) jugó un papel importante para la creación y difusión de las crónicas de Pacheco; una relevancia similar tuvo la revistaProceso, proyecto al cual fue invitado José Emilio por el mismo Julio Scherer en el año 1976: en el cual “Pacheco empezó una nueva etapa de su trabajo de periodismo cultural, publicando notas, traducciones, artículos y crónicas.” El escritor mantuvo dicha columna por varias décadas, en la cual hizo revisiones bibliográficas en su particular estilo. No se limitó a la revisión de autores mexicanos, aunque hizo revisiones temáticas temporales (por año, como 1914, 1938 y 1950, por periodos como la Revolución mexicana o autores que tradujo, como Elliot). La primera aparición de Inventario fue el 5 de agosto de 1973 en la página 16 de la sección Diorama de Excélsior. En ese medio alternó su aparición con la de Baulmundo de Gustavo SáinzJosé de la Colina y Danubio Torres Fierro. Tras ausentarse seis meses, Pacheco reinicia desde el 1 de junio de 1975 la publicación de Inventario, con un artículo sobre Oscar Wilde y Alfred Douglas. Después de la Destitución de la mesa directiva de Excélsior de 1976, José Emilio decide respaldar a Julio Scherer y a partir del primer número de Proceso en noviembre de 1976, en donde escribió sobre Saul Bellow, no dejará de publicarla hasta su muerte cuando escribió sobre el reciente fallecimiento de Juan Gelman, "La travesía de Juan Gelman". El accidente que sufrió previo a su fallecimiento ocurrió en su estudio la noche del viernes 24 de enero luego de terminar su columna. Quedó pendiente la publicación de volúmenes temáticos con las cerca de 7 mil columnas, por sugerencia de Vicente Leñero, dada la negativa de Pacheco de reunirlos en un sólo volumen. Inventario recibió el Premio Nacional de Periodismo en Divulgación Cultural de 1980, el cual el escritor evitó recoger por propia mano del entonces presidente José López Portillo.

Poesía.
Los dos primeros libros de poesía escritos por José Emilio Pacheco Los elementos de la noche (1963) y El reposo del fuego (1966) tienen en común algunos rasgos y temas, lo cual permite considerarlos como parte de un primer periodo poético: según explica José Miguel Oviedo, ambos libros coinciden en el influjo “del sector más depurado de la poesía española de este siglo (Cernuda, Salinas, Jorge Guillén, de ciertos motivos y símbolos de Jorge Luis Borges, Xavier Villaurrutia y Octavio Paz.”. El tema del paso del tiempo aparece repetidamente en la poesía de Pacheco: la conciencia de lo transitorio de la vida y de los procesos de destrucción son eje de numerosos poemas. A ellos se les suma el tema de la posibilidad de la resurrección, y de un tiempo cíclico: la renovación incluye también a la poesía, un acto que puede resurgir, transformarse “la palabra es la imagen misma del cambio”. En sus dos libros de poesía se halla presente la influencia de Heráclito: “embarcado en el rumbo heracliteano, Pacheco va alternando su conflicto vida/muerte con la contradicción agua/fuego.”
Con el libro No me preguntes cómo pasa el tiempo (1969) inicia un segundo periodo en la poesía de José Emilio: aunque conserva elementos hallados en los libros anteriores, el cambio ocurrido se debe a una perspectiva crítica muy marcada. En este segunda fase Pacheco utiliza la ironía y la irreverencia crítica, como la denomina José Miguel Oviedo; las abstracciones disminuyen y el autor se centra en una preocupación ética y estética, ya que se formula la cuestión: ¿Qué sentido tiene y qué lugar ocupa la poesía en el mundo moderno?. Se trata de una obra que reflexiona sobre la “propia materia de la poesía.” La perspectiva crítica de Pacheco continúa especialmente en Irás y no volverás (1973) y en Desde entonces (1980), obras en las cuales hay un interés especial en aspectos sociales, en la denuncia de las injusticias.
Pensamientos Literarios.
  1. Sobre el mar que siempre algo nos enseña.
  2. Sobre el amor y el odio.
  3. Sobre el amor en este tipo de mundo.
  4. Sobre la vida.
  5. Sobre encontrar todo aquello que nos rodea.
  6. Sobre el amor.
  7. Sobre el amor.

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