Fue un escritor español. Autor prolífico (como novelista, periodista, ensayista, editor de revistas literarias, conferenciante...), fue académico de la Real Academia Española durante 45 años y galardonado, entre otros, con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1987, el Premio Nobel de Literatura en 1989 y el Premio Cervantes en 1995. Por sus méritos literarios, en 1996 el rey Juan Carlos I le otorgó el marquesado de Iria Flavia, creado ex profeso.
Obra literaria.
En 1938, concluyó Pisando la dudosa luz del día, poemario surrealista, cuando la Guerra Civil española ya había estallado y Madrid estaba asediado (el libro sería publicado luego en 1945). En 1942, la Editorial Aldecoa, situada en la calle Diego de Siloe de Burgos, publicó la primera novela del joven escritor gallego. La familia de Pascual Duarte, novela que se desarrolla en la Extremadura rural de antes de la Guerra Civil y durante ella y en la que su protagonista cuenta la historia de su vida, en la que se presenta la violencia más cruda como única respuesta que conoce a los sinsabores de su existencia. Este libro inauguró un nuevo estilo en la narrativa española, conocido con el término «tremendismo».
A partir de aquí Cela concibió la novelística como un género en libertad: el escritor no debe someterse a ninguna norma, de ahí su voluntad experimental que hace que cada una de sus obras sea diferente y que en cada una ensaye una técnica diferente. Mezclando sabiamente los recursos narrativos de las vanguardias del siglo XX, se convirtió en un artista «rompedor». Descubrió la infalible fórmula literaria que utilizará en adelante: equilibrada aleación de humor, ternura, horror, desenfado verbal y léxico escatológico. Al contrario de otros autores, Cela explica detenidamente o anuncia, en prólogos, paratextos y entrevistas todo lo que escribe y por qué lo hace.
Una de sus obras maestras, La colmena, se editó primeramente en 1951 en Buenos Aires, ya que la censura había prohibido su publicación en España a causa de sus pasajes eróticos. Posteriormente, durante el mismo franquismo, Manuel Fraga, como Ministro del Interior, autorizó personalmente la primera edición española. La novela cuenta retazos de las historias de múltiples personajes que se desarrollan en el Madrid de los primeros años del franquismo. Muchos críticos consideran que esta obra incorpora la literatura española a la novelística moderna. El mismo autor definió esta obra como «esta crónica amarga de un tiempo amargo» en el que el principal protagonista es el «miedo». Está considerada por parte de la crítica especializada como una de las mejores novelas españolas del segundo tercio del siglo XX. Fue llevada al cine bajo la dirección de Mario Camus en 1982, en película donde el propio Cela participó como guionista y actor.
Tenía pactadas con el régimen del dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez, a precio de oro y para los siguientes 10 años, una serie de cinco o seis novelas (Historias de Venezuela) propagandísticas para aquella dictadura. La catirafue la primera, publicada en 1955. Cela quiso refundar literariamente Venezuela; incluso se aplicó para crear una nueva lengua, la llanera, que fue una impostura absoluta. Se parecía al español rústico, una lengua barbárica que cortaba las palabras por el final. Cela cobró por La catira una suma bastante alta para la época: unos tres millones de pesetas, según el testimonio de su hijo en su biografía Cela, mi padre.
El caso de Cela fue especial. Su encargo se insertó en una ofensiva diplomática para promocionar el Perezjimenismo y sus programas de inmigración en el exterior, pero también para vender culturalmente el franquismo. No hay que olvidar que 160.000 españoles se instalaron por entonces en Venezuela. Pero La catira provocó tal escándalo en los círculos culturales del país que la colaboración entre la dictadura del coronel Pérez Jiménez y el escritor gallego quedó liquidada y no hubo más Historias de Venezuela.
San Camilo, 1936 (1969), obra de gran categoría, ambientada, como su título indica («Vísperas, festividad y octava de San Camilo 1936 en Madrid»), en la semana precedente al estallido de la Guerra Civil Española, está escrita en un monólogo interior continuo. Estilo parecido se encuentra en su obra Cristo versus Arizona (1994), una de sus novelas más enigmáticas, basada en los sucesos de 1881 del OK Corral, la cual está escrita en una única y larga oración con el uso de un solo punto (el final). Son narraciones caóticas, con aparición de cientos de personajes y empleo de técnicas cubistas de fragmentación y collage.
Fue un viajero incansable que anduvo con la mochila al hombro por las tierras de España. El escritor manifestó su voluntad de recorrer únicamente tierras españolas, no le interesaba lo exótico, ni lo lejano. Sus libros de viaje, que incluyen Viaje a la Alcarria (1948), el más célebre, y Del Miño al Bidasoa (1952), le dieron cierta fama de hombre andariego, fornicador y tragaldabas.
La insólita y gloriosa hazaña del cipote de Archidona (1977), no demasiado conocida para el público en general, es, sin duda, una de sus obras más divertidas, destacándose que narra un hecho real. Literariamente pertenece al género epistolar: reúne la delirante correspondencia mantenida entre Cela y su amigo y académico Alfonso Canales. Básicamente se comentaban todo suceso extraordinario y normalmente relacionado con la gente común y sus costumbres y hábitos sexuales o estrambóticos en general. Fue llevada al cine con mucho éxito.
María Sabina. Oratorio dividido en 1 pregón (que se repite) y 5 melopeas. Libreto inspirado en la celebrada mujer de conocimiento mazateca. La primera edición de esta obra fue publicada en la revista Papeles de Son Armadans, en diciembre de 1967. Se estrenó, con música de Leonardo Balada, en el Carnegie Hall de Nueva York, el 17 de abril de 1970. Un mes más tarde, el Teatro de la Zarzuela recibía con manifiesta hostilidad de crítica y público esta ópera inscrita en una línea de ruptura que por aquellos tiempos alcanza otra significativa expresión novelística.
Camilo José Cela fue elegido, en febrero de 1957, miembro de la Real Academia Española, donde ocupó el sillón Q. Su discurso de presentación tuvo lugar el día 27 de mayo del mismo año. En su discurso, al que respondió Gregorio Marañón, trató de la obra literaria del pintor José Gutiérrez Solana (1886–1945).
Pensamientos Literarios.
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