Fue una escritora británica especializada en el género policial, por cuyo trabajo tuvo reconocimiento a nivel internacional. Además de 66 novelas policiales, también publicó seis novelas rosas bajo el seudónimo de Mary Westmacott y 14 historias cortas e incursionó exitosamente como autora teatral, con obras como La ratonera o Testigo de cargo.
Nacida en una familia de clase media alta, recibió una educación privada hasta su adolescencia y estudió en diversos institutos de París. Mientras se desempeñaba como enfermera durante la Primera Guerra Mundial, publicó su primera novela, El misterioso caso de Styles (1920), donde introdujo por primera vez el personaje del detective Hércules Poirot. Su aparición fue continuada por la de Miss Marple, y Tommy y Tuppence Beresford.
En 1914, había contraído matrimonio con Archibald Christie, de quien se divorció en 1928. Sumida en una larga depresión, en 1926 desapareció misteriosamente luego de que su coche apareciera abandonado cerca de la carretera. Once días más tarde fue hallada con un posible cuadro de amnesia en un hotel bajo el nombre de una amante de su marido. En 1930 se casó con el arqueólogo Max Mallowan, a quien acompañó en todos sus viajes a Irak y Siria, donde pasó largas temporadas. Sus estadías ahí inspiraron varias de sus novelas posteriores como Asesinato en Mesopotamia (1930), Muerte en el Nilo (1936) y Cita con la muerte (1938). Muchas de sus obras fueron adaptadas al teatro y al cine con relevante aceptación. Fue designada Comendadora de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II en 1971. El Libro Guinness de los Récords calificó a Christie como la novelista más vendida de todos los tiempos, por lo que es reconocida mundialmente y resulta solo comparable con William Shakespeare y la Biblia. Según el Index Translationum, Christie es la autora individual más traducida con ediciones en al menos 103 idiomas. En 2013, su obra El asesinato de Roger Ackroyd fue votada como la mejor novela de crimen de todos los tiempos por 600 pares de la Asociación de Escritores de Crimen.
Producción literaria.
Christie publicó 66 novelas policíacas además de obras de teatro, seis novelas románticas, historias cortas, dos autobiografías, dos libros de poesía y un libro infantil.
Su obra de teatro La ratonera es el espectáculo de más larga duración en el mundo. Se estrenó en 1952 y fue representada frecuentemente en el Teatro St. Martin de West End. Otra de sus obras, Testigo de cargo, tuvo éxito aunque no fue tan popular como La ratonera. Por otro lado, Christie escribió dos autobiografías —publicadas luego de su muerte—, una que resume su vida profesional y privada hasta 1965, y otra que relata sus experiencias en Medio Oriente junto a su esposo.
Una de sus facetas menos conocidas fue la poesía, género al que se dedicó en sus años de adolescencia y durante la Primera Guerra Mundial. Su primera colección de poemas y baladas, El camino de los sueños, publicada en 1924, es significativa para sus seguidores ya que contiene el personaje de Arlequín y otros de la Comedia del arte italiana. Una segunda colección de poesía fue publicada en 1973 bajo dos secciones, una con versos de 1924 y otra con 27 composiciones centradas en lugares que Christie había visitado, la nostalgia por la infancia, el arte y la belleza.
También publicó seis novelas románticas bajo el seudónimo de Mary Westmacott, la primera en 1930 y la última en 1956. Utilizó ese apelativo debido a su carácter introvertido y su dificultad para expresar emociones y sentimientos. Las dos primeras obras de este género tuvieron tono autobiográfico.
Influencias.
Desde pequeña, Christie se convirtió en lectora de Walter Scott, John Milton, Alexandre Dumas, Jane Austen y Arthur Conan Doyle, alegando paralelamente que sería eficaz para olvidar los «horrores de la guerra». Si bien Christie prefería a Dickens, estaba convencida de que sería capaz de escribir historias como las de Doyle. Agatha y su hermana Madge leían los relatos detectivescos desde la edad de ocho años. Sin embargo, era consciente de que debía crear un personaje como Sherlock Holmes, lo cual conllevó a la confección de su propio personaje, el detective Hércules Poirot. Las influencias de Doyle en Christie se presentaron en la primera novela de la escritora, El misterioso caso de Styles, donde se pueden apreciar algunas semejanzas entre Holmes y Poirot. A pesar de que Conan Doyle fue el autor más influyente en su obra, también lo fueron en menor medida Edgar Allan Poe, Anna Katherine Green y G. K. Chesterton.
En una oportunidad, Agatha le comentó a su hermana Madge que se consideraba capaz de escribir una historia de detectives, a lo que Madge respondió que no podría hacerlo. Luego de leer El misterio del cuarto amarillo de Gastón Leroux, según confesó en su autobiografía, se vio «disparada por la determinación» a escribir una historia detectivesca y fue así como realizó su primera producción literaria de ese género. Christie reconoció el hecho de que los escritores novatos no pueden abstenerse de copiar el estilo de escritura de otro escritor al cual admiran en ese momento y señaló que la adopción del estilo de otro autor conlleva siempre a un resultado final negativo simplemente por la falta de originalidad. Según Christie, la influencia por admiración disminuye con el tiempo y admitió la importancia de que los escritores tengan un estilo de escritura propio.
Uno sabe que no puede escribir igual que sus autores favoritos... He aprendido que yo soy yo, que puedo hacer las cosas ... puedo hacerme a mí misma.Agatha Christie
Argumento y trama.
Los primeros pasos de Christie en la escritura fueron realmente difíciles y a menudo pensaba que sus ideas no eran buenas. En una oportunidad, llegó a comentar que «no hay dolor como este. Tú estas en una habitación, mordiendo lápices, mirando una máquina de escribir, caminando alrededor o lanzándote sobre un sofá, sintiendo que vas a llorar».
Christie utilizaba un cuaderno en el que anotaba las ideas iniciales del argumento junto con conceptos de venenos y artículos periodísticos relacionados con su trama. En otras ocasiones, las ideas le surgían espontáneamente. Muchos de sus personajes fueron creados luego de observar a personas en un restaurante y excepcionalmente, a conocidos de su familia. Major Ernest Belcher, por ejemplo, era en la realidad un maestro de escuela retirado y empleador de Archie Christie, su primer esposo. Nancy Astor, la primera mujer en servir como miembro del Parlamento, apareció como lady Westholme en Cita con la muerte, mientras que Katharine, la esposa de Leonard Woolley, un arqueólogo que trabajó con Max Mallowan, figuró como la señora Leidner en Asesinato en Mesopotamia. También decidió plasmarse a sí misma en uno de sus relatos a través del personaje de la escritora de misterio Ariadne Olivier.
En su autobiografía, Christie dijo que lo bueno de escribir historias de detectives es que hay muchos tipos (pasional, policial intrincado y thriller desenfadado). Con respecto a los relatos policiales con pasión, manifestó que tienen como fin «ayudar a salvar la inocencia. Porque es la inocencia lo que importa, no la culpa».
La novela policíaca era la historia de la persecución. También fue en gran medida una historia con moraleja.Agatha Christie.
Sobre Diez negritos, admitió que la «idea la había fascinado. Escribí el libro después de una gran cantidad de planificaciones y me quedé satisfecha con el resultado final. Estaba claro, sencillo, desconcertante y sin embargo, tenía una explicación perfectamente razonable». Aunque le agradaba variar la forma establecida del relato de detectives —uno de sus primeros libros, La muerte de Roger Ackroyd, es reconocido por su particular desenlace—, ponía énfasis en «jugar limpio con el lector» al asegurarse de ofrecer en sus relatos toda la información para resolver el enigma. La estructura de la trama, basada en la tradición del enigma por descubrir, es siempre similar y su desarrollo está en función de la observación psicológica. Una de las características principales de la prosa detectivesca de Christie es que sus relatos se desarrollan en lo que se denomina el whodunit, lo que permite al lector ensayar hipótesis y en suma, intentar descifrar la identidad del culpable antes de acabar con la lectura del relato. En algunos de sus relatos, la trama de misterio queda desplazada por la voluntad de hablar de los problemas de su tiempo, como ocurre en Pasajero a Frankfurt (1970). La concentración de sus personajes en un espacio único es una convención del tema de detectives, la cual Christie llevó a un extremo de aislamiento en Diez negritos (1939).
Ejecución literaria.
Agatha Christie describió el proceso de escritura de sus primeras novelas de la siguiente manera:
Charlotte [su secretaria] y yo nos sentamos una frente a otra, ella con su cuaderno y lápiz. Yo miré con tristeza la repisa de la chimenea y comencé a proferir algunas frases tentativas. Sonaban espantosas. No pude decir más que una palabra sin vacilar y detenerme. Nada de lo que dije sonaba natural. Hemos persistido durante una hora...Agatha Chrisite.
Luego de estas experiencias, Christie descubrió que se sentía más cómoda mediante la escritura común a mano o el tipeo y alegó que en las historias de detectives debe haber una «economía de redacción». La autora no tuvo un lugar que llamase propio para escribir hasta que adquirió su residencia de Sheffield Terrace en Londres, ya que hasta ese momento solía redactar a mano sus historias en distintas habitaciones para luego transcribir los borradores a máquina de escribir.
En una oportunidad, Christie redactó dos libros a la vez, Un cadáver en la biblioteca y El misterio de Sans Souci, alegando que esa tarea la mantendría «más fresca». Si bien las dos historias fueron redactadas durante la Segunda Guerra Mundial, Christie manifestó no tener inconvenientes para escribir durante el conflicto bélico ya que solía «desconectarse» del mundo exterior y enfocarse en sus novelas.
Personajes.
El primer libro de la escritora, El misterioso caso de Styles, se publicó en 1920 y presentó a Hércules Poirot, que figuró en 33 de sus novelas y 54 relatos cortos. Otro de sus personajes más reconocidos, Miss Marple, se introdujo en El club de los martes, un cuento de 1927, y Christie se basó para diseñarla en su abuela, las amigas de esta y sus tías.
Al igual que Arthur Conan Doyle con Sherlock Holmes, Christie se cansó cada vez más de su personaje Poirot. De hecho, a finales de la década de 1930, confió en su diario personal que encontraba «insufrible» a su creación y por la década de 1960, sintió que era una «influencia egocéntrica». Sin embargo, a diferencia de Conan Doyle, se resistió a dejar a su personaje cuando todavía era muy popular, alegando que siempre se definió como «una artista cuyo trabajo consistía en producir lo que al público le agradaba».
Nunca reunió a sus dos personajes principales, Poirot y Marple, en una misma novela. En una grabación redescubierta y lanzada en 2008, la autora expresó sus motivos: «Estoy segura de que no les agradaría encontrarse. A Hércules Poirot [...] no le gustaría que le expliquen cómo hacer las cosas, o que una vieja solterona le haga sugerencias». Poirot es el único personaje de ficción que tuvo un obituario en el periódico The New York Times tras su última aparición en Telón de 1975. Luego del éxito de ese libro, la escritora dio permiso para publicar Un asesinato dormido a comienzos de 1976 pero murió antes de su publicación.
Analizando su obra, el diario La Nación comentó: «Las aventuras de Jane Marple transcurren en general en casas de campo, entre ciudadanos irreprochables, de vida aburrida; las pequeñas intrigas de pueblo, las enemistades en sordina, los chismes, los pequeños pecados del pasado se cargan de significado cuando el crimen llega al pueblo y lo despierta. Las aventuras de Poirot, en cambio, muchas veces tienen un aire de exotismo. La señorita Marple se ocupa de atrapar a los criminales en el interior de Inglaterra; Poirot, en los confines del Imperio».
Christie creó además otros personajes, incluso antes de la aparición de Poirot y Marple. El coronel Race, un agente del servicio secreto, fue introducido junto a la pareja Beresford en la década de 1920 y apareció en cuatro novelas entre 1924 y 1945. El superintendente Battle figuró en otras cinco, entre 1925 y 1944. Tommy y Tuppence fueron incluidos en cuatro novelas y una serie de relatos cortos lanzados entre 1922 y 1973. En los años de 1930, Christie ideó a Harley Quin y su socio, el señor Satterthwaite, Parker Pyne y Ariadne Oliver. Quin y su colega, al igual que Pyne, aparecieron solamente en cuentos pero Olivier intervino en seis novelas junto a Poirot a lo largo de cuatro décadas.
Pensamientos Literarios.
- Sobre el matrimonio, sobre el celibato.
- Sobre la vida.
- Sobre el mal.
- Sobre la humildad.
- Sobre la vida.
- Sobre la vida.
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