Dentro de la amplia obra de Alexandre Dumas (1802,1870), que sintonizó a la perfección con la sensibilidad de su época y utilizó los folletones por entregas para hacer llegar sus fábulas histórica alimentadas por "la acción y el amor" a las clases populares, sólo "El Conde de Montecristo" puede rivalizar en difusión y celebridad con LOS TRES MOSQUETEROS. En las adaptaciones cinematográficas o las ediciones mutiladas o abreviadas, el mito del espadachín ha prevalecido injustificadamente sobre otras aventuras de d'Artagnan, Athos, Aramis y Porthos que, sin embargo, ofrecen mayor interés, fondo tráfico y nervio narrativo. De otro lado, tanta importancia como d'Artagnan y sus compañeros tiene el personaje femenino de Milady, la heroína maldita de este relato animado por el mero gusto de contar, lleno de peripecias e intrigas, quita esencia del género de aventuras. Por lo demás, Dumas muestra su portentosa habilidad para combinar géneros y estolos, desde la novela de capa y espada hasta la novela negra y de misterio. Si bien el escenario histórico es la Francia del siglo XVIII, los valores que permean el relato cuadrarían mejor con la monarquía burguesa de Luis Felipe; antes que el honor y la caballerosidad son la astucia, el ansia de poder y de riqueza, la búsqueda del triunfo ("Todos para uno y uno para todos") y el medro de los impulsos que mueven a los protagonistas.
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